Entre tantas palmeras se encontraba aquel árbol de una especie desconocida
para nosotros, con su curiosa forma en la parte inferior del tronco que
simulaba un banco realizado por un carpintero, ahí justo ahí nos sentamos, un
vivo ejemplo de la noble naturaleza brindando sombra y asiento, el sol comienza
a caminar en dirección a la playa, el mar entre su coquetería parecía maquillarse
para recibirlo, el viento se hacía evidente al encontrarse con tus cabellos , y
entre nuestras íntimas confesiones y los granos de arena haciendo intento de
volar un famoso pintor concreto su obra maestra ante nuestros ojos.
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